Las bombillas de bajo consumo

¿Qué es una bombilla de bajo consumo?

También son conocidas como lámparas fluorescentes compactas o lámparas CFL. Están formadas por un tubo de vidrio que contiene una mezcla gaseosa de baja presión, en concreto de mercurio y gases nobles. El tubo está cubierto en su interior con un material fluorescente que suele ser un compuesto químico del fósforo. El funcionamiento es el mismo que un tubo fluorescente común: al encender la corriente, el mecanismo iniciador produce electrones que estimulan los gases del interior del tubo que, a su vez, liberan radiación ultravioleta. La radiación activa la cobertura del interior de tubo que emite luz visible a través de la superficie de la lámpara.

Ventajas de las bombillas de bajo consumo

Son “frías”: la mayor parte de la energía que consumen la convierten en luz que es lo que se espera de una bombilla. En cambio prácticamente la mitad de la energía que consume un bombilla incandescente (de las antiguas) se transforma en calor y no en luz.

Utilizan entre un 50 y un 80% menos de energía que una bombilla normal incandescente para producir la misma cantidad de luz. Una lámpara de bajo consumo de 22 vatios equivale a una bombilla incandescente que consume 100 vatios.

Una bombilla de bajo consumo de 18 vatios utilizada en lugar de una bombilla inscandescente de 75 vatios supone un ahorro de 570 kWh o a lo largo de toda la vida de la bombilla, lo que económicamente (precio medio en España) supone a ahorrarse 62 euros en ese período de tiempo.

Las bombillas de bajo consumo duran hasta 10 veces más y solo cuestan siete veces más. “10 veces más” significa hasta 10 o 12.000 horas, que equivale a entre 5 y 10 años para un uso medio de tres horas al día a lo largo de todo un año.

Si cambias cinco bombillas incandescentes (de las “normales”) por cinco bombillas de bajo consumo equivalentes (28 vatios) puedes ahorrarte unos 60 euros al año en electricidad. Y lo que es más importante, Reducirás la emisión de gases que ocasionan el efecto invernadero

Tipos de lámparas de bajo consumo

CFL globo. Son ideales cuando son visibles. Se pueden colocar tanto en un salón como en una cocina. Son muy elegantes.

CFL espiral. Son muy conocidas, pero no son muy bonitas. Fueron las primeras lámparas de bajo consumo que se comercializaron.

CFL similares a las incandescentes. En su forma son prácticamente iguales a las lámparas de toda la vida. Son ideales para las personas que quieren cambiar las viejas lámparas incandescentes por las nuevas sin más complicaciones.

CFL lineales. Son las más comunes. Si has cambiado ya algunas bombillas en tu casa, posiblemente sean de este tipo.

CFL reflectora. Sirven para dirigir el haz de luz. Pueden utilizarse para iluminar objetos concretos como pueden ser cuadros.

Emisores LED

Más eficaces que las bombillas de bajo consumo son los diodos emisores de luz o LED (“Light Emitter Diode”) que en breve comenzarán a utilizarse en la iluminación, especialmente con la consecución de diodos emisores de luz blanca. Actualmente son cada vez más habituales verlos en linternas, pilotos de coches y como fuente de luz para los semáforos, además de los rótulos luminosos de siempre.

Y ahora, la tarea

Quiero que cuentes las bombillas que hay en tu casa de cada tipo. Cuando las hayas contado, me lo pones en un comentario.

Bombillas incandescentes (las de toda la vida):
Bombillas halógenas:
Tubos fluorescentes:
Bombillas CFL globo:
Bombillas CFL espiral:
Bombillas CFL similares a incandescentes:
Bombillas CFL lineales:
Bombillas CFL reflectoras:
Emisores LED (no valen los de linternas):

¡No me engañes, cuéntalas de verdad de la buena!

Como siempre, hasta el domingo.